Finca Portizuelo es un hotel boutique orientado al turismo ecológico y sostenible. Conozca más sobre su Bio-Construcción.

Situado en un lugar singular de la cornisa cantábrica, ofrece un espacio para descansar en contacto con la naturaleza y disfrutar de la amplia oferta disponible en la zona.

Nos hemos propuesto prestar servicios de hostelería y restauración de calidad y promover la salud, el bienestar, las artes y la ecología.

Para ello, rehabilitamos una propiedad que había permanecido abandonada durante más de 15 años. Cada aspecto de la rehabilitación se basó en el respeto del medio ambiente y el objetivo de máxima sostenibilidad posible, sin menoscabo de las mejores prestaciones de confort y bienestar.

Con esa finalidad aplicamos principios de bioconstrucción y, en ese contexto, utilizamos materiales naturales inocuos para la salud y el medio ambiente. Asimismo, minimizamos el impacto ambiental de la actividad gracias a la utilización de fuentes de energía renovables, y esperamos poder prescindir totalmente de las energías no renovables en un futuro próximo.

Hemos preparado una huerta ecológica de frutales y hortalizas con los que elaboramos mermeladas, batidos y tartas que ofrecemos en nuestros desayunos. A fin de racionalizar el consumo de agua potable, acopiamos las aguas pluviales y las utilizamos para las cisternas de los baños, el riego de la huerta y la limpieza de espacios exteriores. Disponemos de una depuradora propia en la que se purifican las aguas residuales antes de infiltrarlas al terreno. Un sistema de calefacción y agua caliente por geotermia nos asegura un excelente nivel de confort con un mínimo impacto ambiental. Además, transformamos en compost los residuos orgánicos de huerta y cocina. Un pequeño rebaño de ovejas mantiene una parte de la finca y nos proporciona abono para la huerta.

Los trabajos de rehabilitación (2012 – 2014) se realizaron con un enfoque orientado a la ecología y la sostenibilidad y, en la mayor medida de lo posible se utilizaron materiales y tecnologías ecológicos y de bajo impacto ambiental. Las maderas estructurales que pueden verse en habitaciones y espacios comunes tienen certificación FSC de gestión sostenible; las bajantes de desagües se hicieron con tubería de polipropileno libre de PVC, y la instalación eléctrica con cables libres de halógenos; los revestimientos de suelos y paredes son de piedras naturales, mármoles, arcillas y revocos de cal; los muros originales se cargaron con mortero de cal y se revistieron con placas ecológicas de yeso y celulosa; se utilizaron pinturas minerales al silicato y lasures de poro abierto al agua, exentos de sustancias tóxicas; hemos minimizado el empleo de dispositivos electrónicos e inalámbricos a fin de evitar, en lo posible, los campos electromagnéticos; se instalaron grifos termostáticos, y para la iluminación interior y exterior utilizamos principalmente bombillas de led y bajo consumo. El aislamiento del edificio se hizo por fachada, con corcho natural y revocos de cal.

El entorno circundante se rehabilitó y acondicionó para crear espacios de aparcamiento, jardines, terraza-solarium, huertos de frutales y de hortalizas. Tenemos una amplia parcela para nuestro pequeño rebaño de ovejas y sus perros pastores. Además, hemos creado un parque de 2,5 ha en el que plantamos más de 30 especies arbóreas autóctonas y exóticas.

Por estos y algunos otros motivos que descubrirás en tu próxima visita, Finca Portizuelo es un lugar especial, para personas especiales.

Finca Portizuelo es un hotel boutique orientado al turismo ecológico y sostenible. Conozca más sobre su Bio-Construcción.

Situado en un lugar singular de la cornisa cantábrica, ofrece un espacio para descansar en contacto con la naturaleza y disfrutar de la amplia oferta disponible en la zona.

Nos hemos propuesto prestar servicios de hostelería y restauración de calidad y promover la salud, el bienestar, las artes y la ecología.

Para ello, rehabilitamos una propiedad que había permanecido abandonada durante más de 15 años. Cada aspecto de la rehabilitación se basó en el respeto del medio ambiente y el objetivo de máxima sostenibilidad posible, sin menoscabo de las mejores prestaciones de confort y bienestar.

Con esa finalidad aplicamos principios de bioconstrucción y, en ese contexto, utilizamos materiales naturales inocuos para la salud y el medio ambiente. Asimismo, minimizamos el impacto ambiental de la actividad gracias a la utilización de fuentes de energía renovables, y esperamos poder prescindir totalmente de las energías no renovables en un futuro próximo.

Hemos preparado una huerta ecológica de frutales y hortalizas con los que elaboramos mermeladas, batidos y tartas que ofrecemos en nuestros desayunos. A fin de racionalizar el consumo de agua potable, acopiamos las aguas pluviales y las utilizamos para las cisternas de los baños, el riego de la huerta y la limpieza de espacios exteriores. Disponemos de una depuradora propia en la que se purifican las aguas residuales antes de infiltrarlas al terreno. Un sistema de calefacción y agua caliente por geotermia nos asegura un excelente nivel de confort con un mínimo impacto ambiental. Además, transformamos en compost los residuos orgánicos de huerta y cocina. Un pequeño rebaño de ovejas mantiene una parte de la finca y nos proporciona abono para la huerta.

Los trabajos de rehabilitación (2012 – 2014) se realizaron con un enfoque orientado a la ecología y la sostenibilidad y, en la mayor medida de lo posible se utilizaron materiales y tecnologías ecológicos y de bajo impacto ambiental. Las maderas estructurales que pueden verse en habitaciones y espacios comunes tienen certificación FSC de gestión sostenible; las bajantes de desagües se hicieron con tubería de polipropileno libre de PVC, y la instalación eléctrica con cables libres de halógenos; los revestimientos de suelos y paredes son de piedras naturales, mármoles, arcillas y revocos de cal; los muros originales se cargaron con mortero de cal y se revistieron con placas ecológicas de yeso y celulosa; se utilizaron pinturas minerales al silicato y lasures de poro abierto al agua, exentos de sustancias tóxicas; hemos minimizado el empleo de dispositivos electrónicos e inalámbricos a fin de evitar, en lo posible, los campos electromagnéticos; se instalaron grifos termostáticos, y para la iluminación interior y exterior utilizamos principalmente bombillas de led y bajo consumo. El aislamiento del edificio se hizo por fachada, con corcho natural y revocos de cal.

El entorno circundante se rehabilitó y acondicionó para crear espacios de aparcamiento, jardines, terraza-solarium, huertos de frutales y de hortalizas. Tenemos una amplia parcela para nuestro pequeño rebaño de ovejas y sus perros pastores. Además, hemos creado un parque de 2,5 ha en el que plantamos más de 30 especies arbóreas autóctonas y exóticas.

Por estos y algunos otros motivos que descubrirás en tu próxima visita, Finca Portizuelo es un lugar especial, para personas especiales.